La adolescencia es la última etapa en la que los padres y educadores pueden tomar parte activa y ayudar, aconsejar y organizar actividades familiares con sus hijos, pues cuando esta etapa finaliza la mayoría de los jóvenes o bien pasa a la universidad, o comienza a trabajar y se independizan. Entran pues ya en un mundo totalmente suyo.
El adolescente en esta etapa de su vida atraviesa a gran velocidad grandes cambios. En esta etapa es muy importante que los padres fomentemos la comunicación con nuestros hijos, pues esto nos ayudará a mejorar la relación con ellos, pues sin una buena comunicación los problemas propios de esta etapa de la vida de los hijos podrá empeorar aún más.
No olvidemos que es muy importante escuchar antes de hablar, pues es fácil convertirse en padre consejero cuando un hijo adolescente nos comenta sus problemas pero en la mayoría de los casos hay que pensar que ellos sólo desean que se les escuche y no oir sugerencias de cómo resolver sus problemas.
En muchas ocasiones el adolescente necesita saber que sus problemas son importantes y que nos preocupan y le damos la importancia que se merecen, pues aunque vistos desde el punto de vista de los padres nos parezcan en algunos casos de poca relevancia hay que pensar que para cada edad los problemas tienen una significación distinta. Como padres debemos tener presente que los problemas de nuestros hijos adolescentes son realmente importantes para ellos. Así pues debemos darles una buena atención cuando ellos nos hablen de lo que les está sucediendo con sus amigos y en sus actividades.
Los padres debemos tener una aptitud tolerante con los hijos adolescentes, pues, pues castigar a un hijo adolescente después de haber mantenido una discusión, no nos conduce a nada, pues sólo provocará en ambos un fuerte resentimiento, por lo que el castigo debe contemplarse como la última de las opciones a tomar.
No olvidemos que para los padres no es tarea fácil comprender y animar a los hijos en esta etapa, pero es muy importante que hagamos este esfuerzo para fomentar una buena relación con ellos y mantener las vías de comunicación siempre abiertas y dedicarles el tiempo necesario a escuchar sus problemas.
Aunque cada joven es un individuo, con una personalidad única y con unos intereses propios, sin embargo hay muchos factores comunes en el desarrollo que todos confrontan durante los años de la adolescencia. Así pues es muy común que en estos años demuestren una aptitud menos afectiva hacia los padres, su comportamiento es poco educado en algunas ocasiones, se quejan de que los padres interfieren en sus asuntos, etc.
No debemos olvidar que todos fuimos adolescentes y que nuestros hijos tienen los mismos problemas que tuvimos nosotros en esa etapa, pero hay que tener presente que los adolescentes de hoy se enfrentan a situaciones más difíciles que son propias de los tiempos que corren, así que como padres tenemos que ayudarles acercándonos a ellos, dándoles consejos para tratar su problemas e intentar darles una solución, haciendolo de forma que ellos no lo entiendan como una imposición, sino como un consejo, pues cuando a un adolescente se le intentan imponer las cosas, casi siempre suelen perder la confianza con los padres.
Los adolescentes muchas veces prefieren pedir consejo a los amigos antes que a los padres, pero es normal, pues en esta etapa los amigos juegan un papel muy importante, yo dría que les influyen más los consejos de los amigos que los de los padres, por eso es importante que los padres conozcamos a los amigos y tener buena relación con ellos, pues en muchas ocasiones te puedes enterar a través de los amigos de los problemas de tus hijos.
Los consejos y guía que nuestros hijos reciben en estos difíciles años son muy importantes para influir en sus decisiones futuras a lo largo de su vida y no debemos olvidar que ellos necesitan saber que los padres estamos siempre a su lado para ayudarles.
El adolescente en esta etapa de su vida atraviesa a gran velocidad grandes cambios. En esta etapa es muy importante que los padres fomentemos la comunicación con nuestros hijos, pues esto nos ayudará a mejorar la relación con ellos, pues sin una buena comunicación los problemas propios de esta etapa de la vida de los hijos podrá empeorar aún más.
No olvidemos que es muy importante escuchar antes de hablar, pues es fácil convertirse en padre consejero cuando un hijo adolescente nos comenta sus problemas pero en la mayoría de los casos hay que pensar que ellos sólo desean que se les escuche y no oir sugerencias de cómo resolver sus problemas.
En muchas ocasiones el adolescente necesita saber que sus problemas son importantes y que nos preocupan y le damos la importancia que se merecen, pues aunque vistos desde el punto de vista de los padres nos parezcan en algunos casos de poca relevancia hay que pensar que para cada edad los problemas tienen una significación distinta. Como padres debemos tener presente que los problemas de nuestros hijos adolescentes son realmente importantes para ellos. Así pues debemos darles una buena atención cuando ellos nos hablen de lo que les está sucediendo con sus amigos y en sus actividades.
Los padres debemos tener una aptitud tolerante con los hijos adolescentes, pues, pues castigar a un hijo adolescente después de haber mantenido una discusión, no nos conduce a nada, pues sólo provocará en ambos un fuerte resentimiento, por lo que el castigo debe contemplarse como la última de las opciones a tomar.
No olvidemos que para los padres no es tarea fácil comprender y animar a los hijos en esta etapa, pero es muy importante que hagamos este esfuerzo para fomentar una buena relación con ellos y mantener las vías de comunicación siempre abiertas y dedicarles el tiempo necesario a escuchar sus problemas.
Aunque cada joven es un individuo, con una personalidad única y con unos intereses propios, sin embargo hay muchos factores comunes en el desarrollo que todos confrontan durante los años de la adolescencia. Así pues es muy común que en estos años demuestren una aptitud menos afectiva hacia los padres, su comportamiento es poco educado en algunas ocasiones, se quejan de que los padres interfieren en sus asuntos, etc.
No debemos olvidar que todos fuimos adolescentes y que nuestros hijos tienen los mismos problemas que tuvimos nosotros en esa etapa, pero hay que tener presente que los adolescentes de hoy se enfrentan a situaciones más difíciles que son propias de los tiempos que corren, así que como padres tenemos que ayudarles acercándonos a ellos, dándoles consejos para tratar su problemas e intentar darles una solución, haciendolo de forma que ellos no lo entiendan como una imposición, sino como un consejo, pues cuando a un adolescente se le intentan imponer las cosas, casi siempre suelen perder la confianza con los padres.
Los adolescentes muchas veces prefieren pedir consejo a los amigos antes que a los padres, pero es normal, pues en esta etapa los amigos juegan un papel muy importante, yo dría que les influyen más los consejos de los amigos que los de los padres, por eso es importante que los padres conozcamos a los amigos y tener buena relación con ellos, pues en muchas ocasiones te puedes enterar a través de los amigos de los problemas de tus hijos.
Los consejos y guía que nuestros hijos reciben en estos difíciles años son muy importantes para influir en sus decisiones futuras a lo largo de su vida y no debemos olvidar que ellos necesitan saber que los padres estamos siempre a su lado para ayudarles.
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